En los últimos días se han recibido en Madrid cinco
cartas bomba (embajada de Ucrania, empresa armamentística Instalaza de
Zaragoza, base aérea de Torrejón de Ardoz, Ministerio de Defensa y presidente
del Gobierno).
Todas ellas llevan el mismo tipo de letra y de sobre, y
ninguna de ellas tenía gran poder destructivo, como lo prueba el hecho de que
sólo la primera estalló y –afortunadamente- sólo hirió levemente a un
funcionario.
¿Se trata de la obra de un loco o esconde otras
intenciones más oscuras? Esto nos recuerda mucho cómo en campaña electoral,
Pablo Iglesias recibió unas cartas conteniendo balas, y cómo tanto él como los
medios de comunicación aprovecharon esto para favorecer a la izquierda, y cómo
la posterior investigación sobre quién podría haber sido el responsable de los
envíos, quedó en nada.
En este caso, el Gobierno lo está aprovechando para meter
miedo a la población (que es una de las cosas que más le gusta) y lanza
mensajes de “alerta de amenaza terrorista” que incluso llega a los móviles de
los ciudadanos. Y por supuesto, los medios de “manipulación” (me niego a seguir
llamándolos de “información”) siguen las directrices marcadas y dedican amplios
espacios para meter miedo a la población.
Ojalá la investigación consiga localizar al responsable, aunque
mucho nos tememos –vistas las experiencias previas- que nunca lo sabremos. Pero
eso sí, el Gobierno lo instrumentalizará en su propio beneficio. Desde los
albores de la humanidad hay algo que nunca falla: Una población con miedo es
más sumisa ante el poder.
Una Biblioteca muy diferente a cuanto habías visto.
“Biblioteca Fisac”: https://amzn.to/3sOO1Yq
“Biblioteca Fisac”: https://amzn.to/3sOO1Yq
No hay comentarios:
Publicar un comentario