Se cuenta una anécdota de Picasso según la cual, allá en sus primeros años, cuando su pintura era todavía realista, que pintó en el que figuraban unos granos de maíz. Entonces, y ante el asombro de los que en aquél momento le
rodeaban, tiró el cuadro al suelo de un corral por donde andaban revoloteando
unas gallinas. Cuando las gallinas se acercaron curiosas al cuadro, pensaron
que aquellos granos de maíz eran auténticos y comenzaron a picotearlo. Y entonces
Picasso dijo a los asombrados espectadores: “Miren ustedes, hasta las gallinas
me comprenden”.
Fotografía: Para que podáis entender mejor la evolución
de Picasso aquí tenéis varios autorretratos que se hizo, desde los 15 años el
primero hasta el último a los 90 años. Sí, en todos ellos el que aparece
pintado es él mismo. Si hubiese seguido pintando como cuando tenía 15 años
habría pasado desapercibido y quizás se hubiera tenido que dedicar a otra cosa
para subsistir.
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